miércoles, 20 de julio de 2011

En el Día de amigo cuatro poemas para ellos…

Creo en tí amigo
Creo en tí amigo:
Si tu sonrisa es como un rayo de luz
que alegra mi existencia.

Creo en ti amigo:
Si tus ojos brillan de alegría al encontrarnos.

Creo en ti amigo:
Si compartes mis lágrimas y
sabes llorar con los que lloran.

Creo en ti amigo:
Si tu mano está abierta para dar y
tu voluntad es generosa para ayudar.

Creo en ti amigo:
Si tus palabras son sinceras y
expresan lo que siente tu corazón.

Creo en ti amigo:
Si sabes comprender bondadosamente mis debilidades y
me defiendes cuando me calumnian.

Creo en ti amigo:
Si tienes valor para corregirme amablemente.

Creo en ti amigo:
Si sabes orar por mí,
y brindarme buen ejemplo.

Creo en ti amigo:
Si tu amistad me lleva a amar más a Dios
y a tratar mejor a los demás.

Creo en tí amigo:
Si no te avergüenzas de ser mi amigo
en las horas tristes y amargas.

Tú, mi verdadero amigo
En mi abandono sólo cuento contigo,
son largas las horas de soledad y de hambre,
pero tú, alimentas mi espíritu, tú me das paz,
tú eres ese bocado que alivia las penas y
que mitiga la sed de beber la vida.

Tú, mi verdadero amigo,
rayo de luz en mi oscuridad,
fuego que da calor a mi hoguera apagada,
agua que sacia la deshidratación de vivir.

¿Quién puede sentirse abandonado,
si conmigo siempre estás?

Llegarás amigo
Un hueco en el sofá de mi destino
evoca tu presencia que no tengo,
envuelve de tinieblas el camino
que piso cada noche cuando sueño.

Revive la amistad que aquí sembraste
y acuña tus abrazos reprimidos
en mi alma que un día ya no llamaste
pues tenías tus brazos escondidos.

El duelo que mi vida carga a mares
agobia la felicidad que ansío,
no logro dar un paso a tus lugares
soy presa del dolor y del hastío.

Tú llegarás amigo a mi conciencia
que perdida vaga sin tus latidos,
los miedos vagarán con tu presencia
y volverán los tiempos compartidos.

Poema para los amigos
Jorge Luis Borges
No puedo darte soluciones para todos tus problemas en la vida,
no tengo respuesta para tus dudas o temores.
Pero puedo escucharte y compartirlos contigo.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito apoyarte, estimularte y ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días pensé en mis amigos y amigas,
y entre ellos apareciste tú.
No estabas arriba ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el numero uno ni el numero final.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero,
el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario