Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Jorge Luís Borges, lamentablemente más juzgado por sus poses políticas y expresiones polémicas, que leído, autor de cuentos como «Ficciones» ó «El Aleph» ó «El hombre de la esquina rosada» y poemas como: «El remordimiento, El otro, Poema de los dones, Ajedrez, Al espejo», entre otros tantos, y que dejara un sello imborrable en la literatura argentina y universal.
Su obra, exigente con el lector y de no fácil comprensión, debido a la simbología personal del autor, ha despertado la admiración de numerosos escritores y críticos literarios de todo el mundo.
Describiendo su producción literaria, el propio autor escribió: «No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en forma de literatura».
En mi modesta opinión, es prácticamente un pecado mortal no haber leído y releer «Ficciones» y «El Aleph», dos libros fundamentales dentro de la historia de la literatura. Per eso no excluye, por supuesto, un cuento que Borges detestaba: «El hombre de la esquina rosada», donde aparece la figura del malevo y su puñal.
Fue un gran polemista de sarcasmos, ironías terribles y famosas. Escribió ensayos sobre literatura de precisión cartesiana. Fue el autor de cuentos de tal finura y perfección que hoy parecería increíble que no hubieran existido antes. Fue también un poeta de versos que la gente guarda y memoriza como epigramas de todo lo que es hondo, certero y secreto en la literatura.
La historia le reservo un lugar especial en la literatura, un clásico de todos los tiempos…
Lo único que espero que no le ocurra lo mismo que muchos clásicos, siempre citados por muchos pero muy poco leído…
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