miércoles, 1 de junio de 2011

Dinastía…


No es la serie de televisión que fuera popular en los años ochenta.
Sino la dinastía política de nuestra argentina y que también se ha dado en varios países de América latina. Así, los Fujimori en Perú, los Castro en Cuba, los Batlle en Uruguay, los Frei en Chile y por supuesto los Kirchner en Argentina son algunos ejemplos de los clanes que hicieron del poder una cuestión de familia
Por eso, la idea generalizada por algunos gobernantes en América latina, en aras de que el poder se eternice y perpetué es: «Que todo quede en familia». Y como resultado de ello, nos encontramos con las benditas dinastías políticas, o al menos con una continuación, pero eso sí siempre con ciertas semejanzas de un modelo a seguir.
A esta altura nos podríamos hacer un sin número de preguntas, y con seguridad con un sin número de respuestas. Pero la principal, al menos eso es lo que yo creo, es:
¿El llegar ahí, es producto del apellido que ostentan...? La respuesta a este interrogante sería mejor que nos la diéramos quienes lean esta modesta nota. ¡Yo por supuesto tengo mi opinión…!
Pero, el otro interrogante que también debemos plantearnos es: ¿Qué hay detrás de ese supuesto carácter hereditario en la política latinoamericana?
¿Qué riesgos con lleva que el poder quede en familia? Creo que todos, porque dudo que se puedan heredar, las capacidades, las virtudes, los carismas, ya que todo esos atributos, hace que un ser humano sea totalmente distinto a otro ser humano.
Pero en nuestra argentina esto se dan en todos los ordenes de la política, por eso nos encontramos, con concejales, intendentes, diputados, senadores y hasta presidentes, que parecen heredar los cargos políticos de sus ascendientes.
Y así ocurrió con Néstor Kirchner, quien al llegar al gobierno en el año 2003, pergeño como ya había ocurrido en Santa Cruz, hacer todo lo posible para perpetuarse en el poder, y no encontró mejor forma que lo continuara su esposa Cristina Fernández, para después ser él quien la sucediera y así sucesivamente, permaneciendo ambos en el poder por cuatro periodos, es decir 16 años de gobierno Kirchnerista. Ya que posteriormente ambos se verían imposibilitados para ser reelecto, salvo que como hicieran algunos gobernadores, incluyéndose el último en obtenerlo, el Kirchnerista José Luís Gioja, gobernador de San Juan.
Con el fallecimiento del ex-presidente Néstor Kirchner, lo más probable es que la actual mandataria Cristina Fernández de Kirchner, vaya por la reelección. Viéndose posteriormente impedida de ser reelecta,  ¿a quien le tocara…?
Según los últimos dichos del verborrágico Jefe de Gabinete Aníbal Fernández, habrá mucho más kirchnerismo y por un ciclo que durará 60 años.
El porqué habrá elegido 60 años, solo su mente lo sabrá.
Me pregunto, porqué no 100, 500 ó 1000, quizás porque el último que hablo de los Mil Años, fue Adolf Hitler y todos sabemos en que término.

No hay comentarios:

Publicar un comentario