sábado, 4 de junio de 2011

Derechos humanos para muy pocos…. solamente para los amigos…

Los derechos humanos son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna.
Son independientes de factores particulares como el estatus, sexo, orientación sexual, etnia o nacionalidad; y son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento jurídico vigente. Desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas, identificándose consigo mismos y con los otros.
Estos derechos son inherentes a la persona humana, así también son inalienables e imprescriptibles.
No están bajo el comando del poder político, sino que están dirigidos exclusivamente por el hombre.
Así como todos los hombres poseen un derecho, siempre otro hombre o estado deberá asumir una conducta frente a esos derechos, de cumplir con determinadas obligaciones de dar, hacer u omitir.
Mucho tienen que ver los derechos humanos con la democracia. Los Estados donde se los reconoce, respeta, tutela y promueve son democráticos. Y los que no los reconocen son no democráticos, o más bien, son autoritarios o totalitarios.
Para que estos derechos humanos puedan realizarse, y reconocerse dentro de un ámbito real, el Estado, debe encontrarse siempre en democracia.
La democracia es la que permite que todos los hombres participen realmente del gobierno de manera activa e igualitaria, cooperando con el reconocimiento, respeto, tutela y promoción de los derechos humanos.
En todos los sistemas donde no existe base de democracia, existen diversas situaciones donde falta equidad y justicia.
En cambio cuando media la democracia, el hombre está inserto en una sociedad donde la convivencia es organizada, donde cada ciudadano tiene la garantía de que sus derechos serán respetados y tutelados al igual que él debe respetar a los demás; donde la convivencia es acorde a la dignidad de la persona teniendo en cuenta su libertad y sus derechos humanos.
El Estado cumple un papel fundamental, porque las autoridades deben, además de reconocerlos, ponerlos en práctica dentro de la sociedad, para que puedan desarrollarse en un ambiente próspero.
¿Ahora que pasa con los derechos humanos en la Argentina...?
La guerra sucia terminó hace años, y la situación de los derechos humanos en Argentina ha mejorado mucho. Las leyes de «Obediencia debida» y «Punto Final» conocidas como leyes de impunidad fueron anuladas por la Corte Suprema el 14 de junio de 2005 utilizando la figura de Crímenes contra la humanidad.
Esta situación ha permitido la apertura de algunos juicios en Córdoba, Corrientes, Tucumán y Buenos Aires y existen varios incluidos en el calendario procesal. Las sentencias confirman la aplicación de la figura de «crímenes contra la humanidad», pero las investigaciones no se han adecuado al derecho internacional, ni se han unido los procedimientos para investigar y juzgar en forma concordante a los tipos penales derivados del derecho penal internacional.
Aunque no todo es color de rosa, las cárceles del país continúan en condiciones infrahumanas, los presos muchas veces se pasan años y años en las cárceles antes de ser juzgados. La policía sigue abusando de sus poderes, golpeando y a veces torturando a gente en las comisarías, y hasta a habido casos de nuevos «desaparecidos».
La mayoría de los organismos de derechos humanos argentinos nacieron durante la última dictadura militar, cómo órganos de denuncia a las violaciones cometidas por el gobierno, y de apoyo a familiares y víctimas. Una vez llegada la democracia, los organismos se dedicaron a luchar por la verdad y la justicia, una lucha que todavía continúa.
Entre ellas están, Organismos sobre Desaparecidos, como:
Abuelas de Plaza de Mayo: Organismo formado por las abuelas de los hijos de desaparecidos que fueron secuestrados por los militares argentinos.
Asociación de Ex-Detenidos Desaparecidos.
Asociación Madres de Plaza de Mayo: Grupo presidido por Hebe de Bonafini.
Asociación Seré por la Memoria y la Vida.
Equipo Argentino de Antropología Forense.
Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas.
Hijos: Organismo de los hijos de desaparecidos y ex-detenidos políticos durante la guerra sucia.
Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora.
Memoria Abierta: Alianza de Ongs de DDHH que promueve acciones en favor de la memoria
Ex CCD «Olimpo»: Mesa de Trabajo y Consenso del Ex-Centro de Detención, Tortura y Exterminio «Olimpo».
Con el retorno de la democracia de la mano de Raúl Ricardo Alfonsín en 1983, se intensifico la política de derechos humanos, produciéndose la realización del Juicio a las Juntas militares, así como también la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), integrada por personalidades independientes como Ernesto Sabato, Magdalena Ruiz Guiñazú, Graciela Fernández Meijide, entre otros, con la misión de relevar, documentar y registrar casos y pruebas de violaciones de derechos humanos, para fundar el juicio a las juntas militares, produciendo su conocido informe titulado: Nunca Más.
Pero si bien los posteriores gobiernos mantuvieron una política razonable, con la llegada al poder del Kirchnerismo, este hizo un uso o más bien un abuso de los derechos humanos.
Nunca se podrán comparar las políticas implementadas en el retorno de la Democracia con la acción de descolgar un cuadro de un militar en un regimiento, cuando el Ejército Argentino hoy carece de total poder.
Y mucho más preocupante es ver como se construyó una normativa sistemática para entregar plata sin control a amigos y punteros políticos, y un lamentable ejemplo de ello, son las irregularidades en los fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo que administraba Sergio Schoklender.
Pero respecto de otras cuestiones vinculadas a los derechos humanos, aún este gobierno sigue mirando para otro lado, como es lograr el esclarecimiento de la primera desaparición en democracia ocurrido hace tres años en la ciudad de La Plata, me refiero al ciudadano Julio López.
Por ello, las políticas de Derechos Humanos que se implementen en el futuro, deben ser para todos los ciudadanos, sobre todo, para los  que hoy sufren esas privaciones. 
Será la Democracia Argentina la que deba  garantizar la vigencia de todos los Derechos Humanos a los ciudadanos argentinos, ya que muchos de ellos hoy se encuentran al margen, como por ejemplo, «el acceso a una vivienda digna, el derecho a la salud, a la educación, a la libertad sindical, a la libertad de opinión, a crear ciudadanía y a tener la seguridad de poder vivir, convivir y progresar», en una República que se precie de tal.

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