jueves, 9 de junio de 2011

Comentarios de novelas negras y su detectives famosos…

Hoy el elegido es: «El Comisario Michel de Palma», conocido como «El Barón», protagonista de los libros del autor marsellés Xavier-Marie Bonnot.
Con su primera novela, «La primera huella», obtuvo el Prix Rompol, el Prix des Marsellais y fue finalista del Prix SNCF. Al éxito de esta, siguieron sucesivas entregas: «La bestia», «La voix du loup» y «Les âmes sans nom».
Michel de Palma tiene 47 años. 1,85 mts. de altura vive en el barrio «La Capelette», en Marsella, donde transcurre esta narración. Lleva 25 años en la Brigada Criminal. Utiliza un bloc cuadriculado donde anota detalles de las investigaciones que dirige anualmente. Marie es su mujer, aunque llevan un tiempo separados. Tenía un hermano gemelo que murió en un accidente. Le gusta la ópera, silva los primeros compases de la obertura de «Aida». Fuma «Gitane». Bebe «Ricard». Sale a pescar con compañeros del cuerpo.
Otros personajes: el joven inspector Maxime Vidal, un hombre moreno, delgado y enjuto como una I mayúscula; la inspectora Anne Moracchini; el Comandante de policía Jean-Louis Maestre «El Gordo», más que un hermano para Michel, un hombre brusco, directo, peludo como un oso, con una cabellera ala de cuervo, ojos risueños, cejas fruncidas y un hoyuelo en el mentón; Duriez, director regional de la Policía Judicial; el Comisario Paulin, jefe de la Brigada Criminal; el forense Mattéi, un tipo tozudo como una mula, pero al mismo tiempo el mejor forense de la zona; el juez Barbieri; la teniente Agnes Bernal del laboratorio forense; Dédé, dueño del bar Zanzi; Gerard Mourain «El Cabezón», confidente, chivato de la poli; y la antropóloga Sylvie Maurel que quiere tener una aventura amorosa con  nuestro Barón.
La Primera Huella
En los alrededores de Marsella se suceden misteriosos asesinatos rituales inspirados en el hombre de las cavernas. El primer caso del comisario Michel de Palma. Desde hace tiempo, Marsella es el escenario de una serie de asesinatos salvajes, todos ellos perpetrados bajo la marca distintiva de una mano con tres dedos. El comisario Michel de Palma, también conocido como «El Barón», que conoce el lado oscuro de la ciudad incluso mejor que sus enemigos, tiene que resolver el caso. Para ello deberá remontarse a los orígenes de la humanidad: al parecer, estos crímenes, oscuros y sádicos, están inspirados por una cruel y misteriosa secta chamanística.
«Un debut duro y violento: La primera huella es el principio de una gran amistad entre el Barón de Marsella y todos los que aún nos tomamos en serio la novela negra.» 


La bestia
El comisario Michel de Palma se enfrenta a su segundo caso: una bestia mitológica que asola las marismas de Camarga.
Willam Steinert, un rico industrial alemán afincado en la Provenza, ha desaparecido sin dejar rastro; el comisario Michel de Palma asume el caso y viaja al delta del Ródano, donde coincide con las ceremonias de la misteriosa Cofradía que pasea por las calles la efigie de una criatura del bestiario popular. Pero la fiesta se ve interrumpida por el hallazgo del cadáver de Steiner, con marcas de garras y dientes enormes.
Ante la aparición de otros cuerpos mutilados, todos de antiguos cofrades, de Palma se adentrará en un mundo de oscuras tramas inmobiliarias en el que la historia negra de la Francia de posguerra sigue presente.

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