¿Libertad de prensa…?

Primero fue el destrato del canciller Timerman en México a los enviados de La Nación y Clarín, y ayer, también se impidió la entrada de periodistas de La Nación, Radio Mitre, DyN, TN, Editorial Perfil, Canal 26 y Clarín no pudieron cubrir la charla de Boudou en el Espacio para la Memoria, que funciona en los edificios de la ex ESMA, uno de los campos de concentración de detenidos/desaparecidos que funcionó durante la dictadura militar.

No se que nos puede sorprender ya que no es la primera vez que se adoptan este tipo de actitudes respecto de cierto sector del periodismo. La razón, de dicho mal trato va variando según las circunstancias, en este último caso, es la publicación de informaciones sobre la desvinculación de Sergio Schoklender de una fundación de las Madres de Plaza de Mayo, que encabeza Hebe de Bonafini y a las denuncias por irregularidades con en el manejo financiero de la entidad.

«No son bienvenidos acá», señaló una representante de la organización de las Madres y agregó: «Levántenlo de (la agencia oficial) Télam».

Amado Boudou: «Poder estar acá me parece simbólico en este momento, cuando se hablan tantas pavadas», dijo el ministro al llegar, posteriormente exclamó: «¡Yo no voy a hablar con TN!», al salir ayer de la charla sobre cocina y política que compartió con la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo.

Lo indignante es que nadie le haya preguntado al ministro de Economía que, minutos antes, se jactaba del inigualable «período de libertad de prensa» que atravesaba el país.

Y tan ridículo pareció cuando el mismo se encargó de contar los grabadores presentes en la rueda de prensa que improvisó tras la charla, con medios afines. «Me dijeron que eran tres: Télam, Radio Nacional y la Radio de las Madres», dijo, al notar un cuarto micrófono y al constatar que se trataba de otro medio, decidió no empezar a hablar.

Dos horas más tarde, desde la cartera de Planificación Federal, Julio De Vido, defendió en un comunicado las obras bajo sospecha y denunció «una operación mediática para desprestigiar a las Madres».

También, la titular de las Madres de Plaza de Mayo sostuvo que «ingresaron los medios que nosotros queremos».

Me pregunto ¿porqué continuamente son hostigados los periodistas, tan sólo por cumplir con su tarea? Queda claro que esa constante discriminación que se ejerce sobre algún sector del periodismo, no se compadece con la vigencia de la libertad de informar que, con una constante hipocresía, el Gobierno dice garantizar.

Señora Presidenta y demás funcionarios del gobierno, les recuerdo que según el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.»

Por último, no hay peor cosa, que la prensa pierda la función de criticar…!

No, perdón, sí, la hay: ¡cuando se pacta con el estado, para no criticarlo…!