lunes, 3 de octubre de 2011

Mucho más del género negro y criminal…

Hoy Deborah Crombie

Deborah Crombie nació en Dallas, Texas en 1952 y creció en Richardson, un suburbio al norte de Dallas. Su abuela, una maestra jubilada, la enseñó a leer desde muy pequeña. Se graduó en «Biología» en el «Austin College de Sherman», Texas. Trabajó en publicidad y periodismo mientras estudiaba en programa en la «Rice University». Un viaje a Inglaterra despertó su pasión por este país y emigró a Reino Unido con su primer marido Peter Crombie. Primero vivieron en Edimburgo y luego en Chester, Inglaterra. Volvió a Dallas y estuvo trabajando durante varios años en el negocio familiar. Mientras su hija Kayti crecía, escribió su primera novela: «A share in death», «Vacaciones trágicas», en la versión castellana, que iniciaría la prolífica serie protagonizada por el Comisario Detective Superintendente Duncan Kincaid y la Sargento Gemma James en 1993, siendo publicada en más de diez países y traducida a varios idiomas.
Deborah Crombie ha sido nominada para los prestigiosos premios «Edgar», «Agatha» y «Macavity» de novela de misterio y en 1998 ganó el «Macavity» a la mejor novela por «Dreaming of the Bones», considerada el «Libro del Año» por el «New York Times».
Ahora vive en McKinney, una ciudad histórica al norte de Texas con su marido Rick Wilson y viaja varias veces al año a Inglaterra.

Serie Duncan Kincaid y Gemma James

01- Vacaciones trágicas (A Share in Death, 1993)
02- Todo irá bien (All Shall Be Well, 1994)
03- Un pasado oculto (Leave the Grave Green, 1995)
04- Nadie llora al muerto (Mourn Not Your Dead, 1996)
05- Dreaming of the Bones, 1997
06- Kissed A Sad Goodbye, 1999
07- A Finer End, 2001
08- And Justice There Is None, 2002
09- Now May You Weep, 2003
10- In a Dark House, 2004
11- Water Like a Stone, 2006
12- Where Memories Lie, 2008
13- Necessary as Blood, 2009
14- No Mark Upon Her, 2011

Vacaciones trágicas
Una semana de vacaciones en una lujosa residencia de propiedad compartida, situada en un tranquilo paraje de Yorkshire, es justo lo que le conviene al comisario de Scotland Yard, Duncan Kincaid, agotado por una sobrecarga de trabajo. No obstante, en vez de las actividades relajantes, como excursiones y lectura, que ha programado, justo al día siguiente de haber conocido a todos los huéspedes en un cóctel de presentación encuentra el cadáver del subdirector del establecimiento flotando en la piscina. No será el único. ¿Qué relación pueden tener con las víctimas del crimen la provocativa directora del centro, o las hermanas solteronas escocesas, o la bella científica, o el diputado de éxito? A pesar de la antipatía que le demuestra el ineficaz jefe de policía del lugar, que no soporta la injerencia de Kincaid, éste, con la ayuda de su subordinada, la joven y brillante Gemma James, irá desentrañando las escondidas conexiones entre las víctimas y los sospechosos hasta colocar la última pieza del puzzle en un final sobrecogedor.
 
Todo irá bien
La muerte durante el sueño de Jasmine Dent, aquejada de un cáncer incurable, no extraña a nadie, hasta que su vecino de escalera, el comisario de Scotland Yard Duncan Kincaid, intuye por ciertos indicios desconcertantes que su fallecimiento no ha sido causado por la enfermedad y ordena una autopsia. El diagnóstico es claro: muerte por sobredosis de morfina. ¿Suicidio o asesinato? Asesinato. El hallazgo del diario íntimo de Jasmine, iniciado en la India, donde su padre estaba destinado, cuando sólo tenía diez años, y el testimonio de las personas que se movían a su alrededor, en el presente y en el pasado, constituirán para Kincaid y su ayudante Gemma James el punto de partida de una laboriosa investigación que pondrá en evidencia los designios ocultos las ambigüedades, las desalmadas ambiciones y también la bondad de unos seres humanos. Todos ellos podrían ser culpables, pero sólo uno será señalado por Kincaid.
 
Un pasado oculto
Connor Swann, yerno de Sir Gerald Asherton, director de orquesta, y de su mujer, Dame Caroline, cantante de ópera, es hallado muerto en una esclusa del Támesis en la encantadora campiña de los alrededores de Henley. Ante las dudas acerca de las circunstancias de su fallecimiento, el comisario Duncan Kincaid y la sargento Gemma James son designados para encargarse de dilucidar el caso, y pronto se percatan de que no se trata de un accidente. Otro suceso trágico ya había golpeado a los Asherton veinte años atrás con la muerte por ahogamiento de su hijo Matthew ante los ojos de Julia, hermana del niño. Aunque aparentemente los dos sucesos no tienen relación, no se descarta que exista un nexo. Con los hábiles interrogatorios y el acercamiento a la vida íntima de los personajes, ambos policías construyen pieza a pieza el telón de fondo de la verdadera historia. El flash de una imagen que surge con fuerza de la mente de Kincaid será la clave para descubrir el móvil que ha provocado el luctuoso hecho.

Nadie llora al muerto
La muerte violenta del comandante de la policía Alastair Gilbert, a golpes de martillo, en la cocina de su casa, convulsiona la aparente tranquilidad de Holmbury St. Mary, un pueblecito de Surrey cercano a Londres. El historial opaco de la víctima, poco apreciada por sus convecinos y tampoco por algunos círculos de la policía, hace que el trabajo de los investigadores de Scotland Yard, el comisario Duncan Kincaid y la sargento Gemma James, emprenda dos direcciones. ¿La delicada esposa del comandante o alguno de los vecinos están implicados en el asesinato o es el entorno policial de Gilbert el que lo está? Cada paso de la indagación revela nuevas evidencias de confianzas traicionadas, repulsivos secretos y odios ocultos. Con el trasfondo de sus relaciones personales en horas bajas, Kincaid y James se esfuerzan tenazmente en alcanzar la resolución justa del caso, a pesar del sentimiento de aversión que experimentan hacia el muerto.

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