jueves, 27 de octubre de 2011

Novelas negras y sus famosos detectives…

Hoy las elegidas son las novelas negras de John Connolly y el detective privado, «Charlie “Bird” Parker».

John Connolly, nació en Rialto, un barrio de clase trabajadora, en Dublín, Irlanda,  el 31 de mayo de 1968. Su padre era funcionario y su madre profesora. Estudió «Filología Inglesa» en el «Trinity College» de Dublín y «Periodismo» en la «Dublin City University». Mientras estudiaba trabajó como barman, camarero, funcionario y chico de los recados en los «Grandes almacenes Harrods» en Londres. Tras graduarse en 1993 trabajó durante 5 años como periodista freelance para «The Irish Times», con el que continúa colaborando.
Empezó a escribir su primera novela en 1993 sin contárselo a nadie. Gastaba todo el dinero que ganaba como freelance viajando por Estados Unidos, luego volvía a casa y se ponía a escribir. En 1996 sólo tenía escrito la mitad de «Todo lo que muere» y decidió enviarlo a editoriales y agentes. Setenta lo rechazaron y un agente le animó a terminarlo. Volvió a Estados Unidos en 1997, gastó todo el crédito de su tarjeta, dejó cuentas sin pagar y consiguió acabar la novela y venderla en 1998. Todavía le cuesta creerlo.
Connolly es conocido por su serie de libros sobre el detective «Charlie Parker», en los que mezcla novela negra con elementos de fantasía oscura, logrando un equilibrio perfecto que le ha valido un gran éxito a nivel internacional, tanto de público como de crítica.
«Todo lo que muere» (1999) es el primero de la serie, en la que destacan «El camino blanco» (2002) y «El ángel negro» (2005). También se destaca por sus relatos cortos y ha publicado varias recopilaciones como «El libro de las cosas perdidas» (2006).
John Connolly vive en Dublín pero divide su tiempo entre su ciudad natal y los Estados Unidos, donde ambienta sus novelas. Prefiere hacerlo así ya que se identifica más con su tradición de novela negra que con los policíacos británicos. Los autores que más le han influido son Ed McBain, Ross Macdonald y James Lee Burke.

La serie «Charlie “Bird” Parker», la que he elegido hoy, para comentar, comienza, con el libro « Todo lo que muere».
El protagonista de la serie, es Charlie “Bird” Parker, un ex policía de Brooklyn, Nueva York y quien actualmente, al comienzo de la serie, trabaja como detective privado en Maine. Hijo de un policía de Nueva York que acabó sus días pegándose un tiro, pasó su juventud con su madre y su abuelo, también policía, en Scarborough, Maine. Estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Maine e ingresó en la policía de Nueva York y trabajó en Robos y homicidios.
En 1996, mientras el bebía en un bar tras una discusión familiar, su mujer y su hija de 3 años fueron salvajemente asesinadas. Al matar a su familia, el murió en cierto modo. Al mes abandonó la policía para dedicarse a buscar al asesino.
Lo conocemos en «Todo lo que muere» con 34 años. Cabello negro, con canas, ojos azul grisáceo, cara alargada, arrugas en torno a ojos y boca. Mide 1,77 y pesa 83 kg, tiene complexión de levantador de pesas, entrenó duramente durante 6 años antes de ascender a inspector y comenzar su proceso de autodestrucción. Es alcohólico, aunque se ha rehabilitado trabajando en una comuna. Ahora corre 3 ó 4 veces por semana y visita el gimnasio.
Charlie recorre el camino de la autodestrucción y la violencia a la compasión. Cuando era policía investigaba con objetividad asesinatos de desconocidos, nunca mató a nadie. Ahora las víctimas, los muertos, los inocentes... se le aparecen reclamando justicia. Aunque al principio lo intenta justificar mediante explicaciones pseudo-psicológicas pronto comprende que es un don que no le dejará tranquilo. Siente el dolor ajeno como propio, experimenta el sufrimiento de quienes han sido arrebatados dolorosamente y sin misericordia y para ayudar a los indefensos se ve obligado a actuar contra su propia conciencia, a hacer cosas que objetivamente están mal. Ahora mata si cree que es necesario hacerlo para enfrentarse a la maldad humana. Es demasiado listo, tiene instinto y sabe mentir cuando lo necesita. Es propenso a perder los estribos y tiene arranques de amargura y autocompasión.
Sus mejores amigos son una pareja homosexual: Ángel, ladrón, latino, desastrado, al que Parker salvó la vida y Louis, asesino a sueldo retirado, negro, republicano, adora la música country y es exquisito en el vestir. También tiene algunos amigos policías, como William Cole pero tras la muerte de su familia sus caminos se han ido alejando. A Cole le asusta la persona que Parker ha llegado a ser. Está enamorado de Rachel Wolfe, psicóloga y profiler de 33 años.

Libros de la serie Charlie “Bird” Parker
01- Todo lo que muere (Every Dead Thing, 1998)
02- El poder de las tinieblas (Dark Hollow, 2000)
03- Perfil asesino (The Killing Kind, 2001)
04- El camino blanco (The White Road, 2002)
05- El ángel negro (The Black Angel, 2005)
06- Los atormentados (The Unquiet, 2007)
07- Los hombres de la guadaña (The Reapers, 2008)
08- Los amantes (The Lovers, 2009)
09- Voces que susurran (The Whisperers, 2010)
10- The Burning Soul, 2011

Otros libros
Serie Samuel Johnson vs. el Diablo
01- Las puertas del infierno (The Gates, 2009)
02- Hell's Bells /The infernals, 2011

Novelas y relatos
Bad Men (2003)
El libro de las cosas perdidas (The Book of Lost Things, 2006)
Más allá del espejo (Nocturnes, 2004) - Relatos y novelas cortas

No ficción
Married to a Stranger: A True Story of Murder and the Multi-Million Dollar Mail-Order Bride Business, 2006 - con Gaylen Ross

Comentario personal
John Connolly es un excelente escritor, sus libros son magníficos, su ritmo es rápido y trepidante. Sus novelas están llenas de grandes y pequeñas historias protagonizadas por personajes perfectamente construidos con tres trazos. En sus libros muere hasta el apuntador pero la violencia no es gratuita, está justificada, ya sea para ilustrar la maldad o para mostrar la justicia en forma de venganza. Connolly rompe en cierto modo las reglas de las novelas típicas del genero policial, ya que su coqueteo con lo sobrenatural resulta perfectamente integrado en la narración y nunca es una excusa para una resolución mágica o chapucera. Otra cosa interesante, es que de su mano paseamos por Nueva Orleans, su historia, su centro turístico o sus barrios de viviendas subvencionadas, también viajamos a los bosques de Maine.

Todo lo que muere
Una noche, Charlie «Bird» Parker, inspector del Departamento de Policía de Nueva York, discute por enésima vez con su mujer y sale a tomar unas copas; cuando vuelve a casa, se encuentra a su mujer y a su hija de tres años salvajemente asesinadas. Entre los sospechosos figura el propio «Bird» Parker, pero el crimen no podrá resolverse. Incapaz de superar los sentimientos de culpabilidad y expulsado del cuerpo de policía, Parker se convierte en un hombre atormentado, violento y deseoso de venganza. Cuando su ex jefe le pide ayuda para resolver el caso de una joven desaparecida, Charlie acepta y se embarca en una investigación que le llevará hasta el sur de Estados Unidos, donde se las verá con el crimen organizado, con una extraña anciana que dice oír voces de ultratumba y con el «Viajero», un despiadado asesino en serie.

El poder de las tinieblas
Una fría noche de invierno, la paz de Maine se ve perturbada por dos hechos en principio inconexos: un sangriento tiroteo durante el cobro de un rescate y el suicidio de una anciana en pleno bosque. Contra todo pronóstico, todas las pistas apuntan a un mismo hombre. Y Charlie Parker, a quien ya conocimos en Todo lo que muere, deberá actuar con rapidez porque los acontecimientos se suceden a un ritmo vertiginoso, los cadáveres se multiplican y la violencia se extiende como un rastro de sangre por los bosques nevados de Maine. Con esta segunda novela, John Connolly se consagra como un maestro del género negro.
 

El ángel negro
A veces, hechos sin aparente conexión, y que ocurren en lugares muy distantes, se vinculan de un modo misterioso y forman una red de la que es difícil escapar. En «El ángel negro», el detective Charlie «Bird» Parker, protagonista ya de cinco novelas policíacas de John Connolly,  se ve sumido en una de estas situaciones, un enrevesado caso en que la realidad y la fantasmagoría se funden de manera inextricable.
Éstas son las piezas del rompecabezas: una prostituta llamada Alice desaparece en un sórdido barrio neoyorquino; una colección de misteriosas cajas de plata de origen medieval, dispersas por el mundo, guarda en cada ejemplar un fragmento de un extraño mapa; una subasta de objetos arcanos suscita una gran expectación en Boston, en Francia y la República Checa se profanan varias iglesias...
El detective Charlie Parker debe enfrentarse, además, a un conflicto de lealtades. Por un lado, su amigo Louis, ex asesino a sueldo, necesita ayuda en la violenta búsqueda de su prima, la prostituta desaparecida en Nueva York, por otro lado, su mujer, Rachel, ya no resiste la tensión del peligro ni la continua amenaza que implica la convivencia con él. Y esta vez el peligro es mayor que nunca, porque Charlie se encara a seres dudosamente humanos, seres arraigados en un pasado remoto, la encarnación misma del mal: «El ángel negro».
 
Voces que susurran
En mayo de 2009, pocos meses después de su regreso de Iraq, el joven soldado Damien Patchett se suicida disparándose con un revólver durante un paseo. Su padre, Bennett Patchett, que sospecha que algo turbio se esconde tras su muerte, acude a ver al detective privado Charlie Parker para pedirle que lo investigue. Extrañamente, ese mismo día, un agente de policía ha aparecido muerto junto a las ruinas calcinadas del siniestro bar «Blue Moon». En sus pesquisas, Parker pronto descubrirá que Patchett formaba parte de un grupo de ex combatientes desencantados que cruzan a menudo la frontera entre Maine y Canadá, un lugar propicio para el tráfico no sólo de drogas, sino también de alcohol, personas y dinero. Entretanto, un misterioso anciano, enfermo pero capaz de una violencia despiadada, se acerca a Maine en busca de venganza. Charlie Parker necesitará la ayuda de sus amigos Louis y Ángel. Aun así, tendrá que vérselas con un ser al que teme más que a ningún otro.

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