miércoles, 8 de febrero de 2012

Ross Macdonald y William Riley Burnett, dos clásicos del policial…

El martillo azul de Ross Macdonald
El autor
Ross Macdonald es saludado hoy como uno de los grandes maestros del género negro. Kenneth Millar, que este era su verdadero nombre, nació un 13 de diciembre de 1915 en Los Gatos, California, EE UU. Su padre marinero y poeta y su madre se separaron muy pronto y el joven Kenneth vivió de un lugar a otro al cuidado de tíos, y otros parientes próximos. Cuenta que recorrió en aquellos años no menos de cincuenta hogares diferentes. En 1932 comienza sus estudios en la «Universidad de Ontario» pero los interrumpe en 1938 para trasladarse un año a Europa. Regresa y saca su diploma de «Literatura» en la «Universidad de Michigan». Allí, conocerá a una compañera de clase, Margaret, con la que al poco se casará. En 1941, Margaret comienza a publicar relatos policíacos bajo su nombre de casada Margaret Millar, y anima a su marido a imitarla. Instalados en Santa Bárbara, California, Kenneth Millar comienza a publicar sus «Cuatro primeros relatos» (1944). En 1949, debido al gran éxito literario de su mujer, decide seguir escribiendo bajo el seudónimo John Macdonald y crea uno de los personajes más emblemáticos de la novela negra, «Lew Archer». Este nombre no es debido al azar: Miles Archer es el compañero del detective «Sam Spade» asesinado al principio de «El Halcón Maltés» de Dashiell Hammett. En la primera obra remarcable de Macdonald, «La maldición de los Hallman» (1958), Archer comienza a interesarse verdaderamente por el destino de los diversos personajes que irá encontrando en sus investigaciones. Esto lo humanizará y le imprimirá su carácter definitivo. Más tarde, se instalará con el definitivo seudónimo de Ross Macdonald ya que otro autor de éxito se llama verdaderamente John Mac Donald. A partir de este momento alcanzará el éxito y creará sus mejores relatos. Algunos de sus libros han sido llevados al cine. Desde 1970, Ross Macdonald convivió con la enfermedad de Alzheimer que le impidió seguir escribiendo. Algunos de sus mejores libros: «La mirada del adiós», «El Caso Galton», «El blanco móvil», «La bella durmiente» y «El hombre enterrado». Falleció en Santa Bárbara, 11 de julio de 1983.

Sinopsis
Lew Archer es un maduro detective de 60 años que no está ya para muchos trotes y correrías, por lo que utiliza sus pequeñas células grises para resolver los delitos. En este en concreto se trata de encontrar un cuadro robado, el retrato de una rubia de piernas largas, un caso que se suponía fácil para el detective, se complica cuando empiezan a aparecer cadáveres por todas partes. Archer se envuelto en un misterio tan viejo como él: un brillante artista se adentró en el desierto y desapareció sin más. Pero dejó tras de sí un montón de musas, muñecas, prostitutas y damas, todas ellas peleándose por lo que consideran es de su propiedad. El aire del desierto arde de traición, muerte, sexo y locura, y sólo Archer puede encontrar sentido al hecho de que un criminal haga del asesinato una obra de arte.
  
La jungla de asfalto de William Riley Burnett
El autor
William Riley Burnett, nació en Ohio, 25 de octubre de 1899, y falleció en Santa Mónica, 25 de abril de 1982. Fue escritor y guionista americano, y fue uno de los grandes autores de novela negra del Siglo XX, tanto como novelista como por sus guiones. Su primera obra, «El pequeño César», sobre la mafia de Chicago, fue llevada al cine y se convirtió en un gran éxito. Como guionista participó en películas como «Scarface». En 1949 publicó la novela «La jungla de asfalto», posiblemente una de sus obras más conocida.

Sinopsis
Edwin Doc Riedenschneider, un criminal legendario que acaba de salir de la prisión, tiene un plan brillante para robar una joyería. En busca de apoyo financiero, propone la idea al abogado corrupto Alonzo D. Emmerich. Emmerich acepta financiarlo y Doc prepara el golpe sin sospechar de las verdaderas intenciones de su protector. Para llevar a cabo el robo necesita reclutar a varios hombres: al experto en cajas fuertes Louis Ciavelli, al chofer Gus Minissi y al matón Dix Handley. El robo es todo un éxito y Dix y Doc llevan las joyas a su comprador, Emmerich que, arruinado y en bancarrota como consecuencia de un loco romance, intentará apoderarse de las joyas robadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario