viernes, 5 de agosto de 2011

Enigmas Vaticanos: Los misterios del Papa Inocencio VIII. Era Colón su hijo…?

Enigmas Vaticanos: Los misterios del Papa Inocencio VIII. Era Colón su hijo…?

Después de visitar el Sitio Oficial del Vaticano, y haber hallado una página que habla de los Enigmas Vaticanos, y al introducirme en ella, pude leer muchas de las curiosidades que en estos más de dos mil años forman parte de la historia de la Iglesia y de sus Papas.

Hoy en Enigmas Vaticanos: Los misterios del Papa Inocencio VIII. Era Colón su hijo…?

Los misterios del Papa Inocencio VIII
¿Quién fue este misterioso Papa de quien se dice entre otras cosas, sabía de la existencia de América mucho antes de que Cristóbal Colón la descubriera? ¿Y cuál era la verdadera relación que sostuvo con el navegante genovés?

El Papa que sabía de América
Giovanni Battista Cybo falleció el 25 de julio de 1492, ocho días antes que Cristóbal Colón partiera de Puerto de Palos, sin embargo, en su tumba, se hallan una serie de inscripciones que resultan ser por lo menos curiosas.
¿Conocía o sospechaba Inocencio de América, y por ende de las intenciones de Colón?
Esto lo decimos porque, en el monumento funerario del Papa Inocencio VIII (Giovanni Battista Cybo), predecesor de Alejandro VI, el Papa del descubrimiento, puede leerse el siguiente epitafio: «Novi orbis suo aevo inventi gloria». Que en español quiere decir, «Suya es la gloria del descubrimiento del Nuevo Mundo» y debajo de esto, la fecha de la defunción del padre: «Obit an. D.ni MCDXCIII». Es decir, Muerto en 1493.
¿Cómo es esto posible, si el Papa murió el 25 de julio de 1492?
¿Por qué existe tal contradicción histórica? ¿Por qué cambiar la fecha de la muerte del Pontífice o por qué otorgarle a él, el Descubrimiento de América? A qué se debe este error cronológico y de hecho. ¿Fue acaso una equivocación o fue un acto que tenía un propósito determinado? ¿Y si es así, cuál era este propósito?

La Cruzada de Inocencio VIII
El investigador y experto en Cristóbal Colón, Ruggero Marino, sostiene que estos hechos, tanto la inscripción del descubrimiento como la fecha del fallecimiento del Papa, no fue producto del error sino un hecho intencional.
Marino cuenta que en el verano de 1490, dos años antes de su fallecimiento, Inocencio VIII estaba muy preocupado por la situación de los musulmanes en el Mediterráneo por ello decidió formar una nueva cruzada que neutralizara al enemigo y tomara Tierra Santa.
El plan del Sumo Pontífice consistía en dividir a Europa en tres grandes ejércitos: Uno a cargo de los Estados Pontificios, otro conformado por Hungría, Germania y Polonia, y un tercero que incluía a España, Francia e Inglaterra. Sin embargo, al poco tiempo el rey de Hungría murió hecho que imposibilitó que esta coalición llegara a concretarse.
Sin embargo, cuenta Marino, que Inocencio VIII no se dio por vencido y pasó los siguientes meses organizando de manera financiera este proyecto militar. Necesitaba oro pero no sabía de donde obtenerlo, y según Marino, es allí cuando entra a tallar la figura de Cristóbal Colón.
Ambos tenían las mismas raíces genovesas e incluso las mismas ideas, Colón consideraba, así como cualquier católico de la época que el año 1500 sería el momento perfecto para retomar los lugares Santos.
Una vez hecho el acuerdo, Inocencio VIII le abrió las puertas a Cristóbal Colón para que pudiera llegar hasta los reyes de Castilla y Aragón y ayudó al navegante en todo lo concerniente a su histórica hazaña. Es por ello, según esta tesis de Marino, que el epitafio de Giovanni Battista Cybo tiene los ya citados «errores».
Era Inocencio VIII, el Padre de Cristóbal Colón…?
Asimismo, Marino asegura que existen datos que harían presumir que uno de los factores que más ayudó a que Giovanni Battista Cybo  ó Inocencio VIII  confiara en Cristóbal Colón para lo que sería el proyecto más importante para la historia de este Papa, es no sólo una vinculación de ciudadanía ni ideológica, sino, familiar.
Ruggero Marino asegura que Cristóbal Colón pudo haber sido un hijo ilegítimo del mentado Papa.
Y sita como explicación las siguientes pautas:
El parecido físico que existe entre ambos, según nos lo muestran sus retratos.
La ascendencia del Papa (musulmana y judía), con lo que en caso de ser padre de Colón, se comprendería por qué jamás realizó ningún comentario y lo mantuvo como si de secreto de Estado se tratase.
El nombre a la isla de Cuba, que se sostiene hasta el momento que se debía en honor a la hija de los reyes, pero también plantea la teoría que es un homenaje a su padre y Sumo Pontífice, pues «Cybo», el apellido del Papa, proviene de «Cubus» o «Cubos».

El misterio trasladado al libro
Javier Sierra Albert, escritor y periodista español,  nacido en Teruel, el 11 de agosto de 1971, especializado en labores de investigación y novelista de libros que suelen causar gran interés y aceptación por parte de los lectores.
Las obras de éste autor suelen centrarse en intentar aclarar misteriosos enigmas del pasado pendientes de resolver. Para ello trabaja junto con expertos internacionales en estos temas y realiza una gran labor de documentación e investigación previa, que incluye viajes a los lugares relacionados con el misterio que en ese momento le interesa y entrevistas con personajes que puedan aportar algo de luz a la historia.
En el libro, «La Ruta Prohibida», cita a Ruggero Marino diciendo que hay
“Varios elementos apuntan en esa dirección. Por ejemplo, el desconcertante parecido físico que existe entre ciertos retratos antiguos de Colón y los poquísimos del papa Inocencio que conservamos. Además, este papa fue de ascendencia judía, sobrino de sarracena y de abuela musulmana. De ser descendiente suyo, Colón tuvo, sin duda, fundados motivos para ocultar sus raíces, como así hizo". Y añade: "Esto también explica por qué embarcaron tantos genoveses en el primer viaje de Colón. Y por qué bautizaron como Cuba la primera tierra que pisaron”.
A esto debe sumársele la negativa de Colón a lo largo de su vida de hablar sobre su pasado hecho que ha imposibilitado hasta la fecha determinar a ciencia cierta los orígenes y motivaciones personales de este histórico personaje.
También expresa un interesante punto cuando encuentra en todo lo mencionado anteriormente, la explicación al por qué vinieron tantos genoveses en sus viajes.
¿Y si Colón hubiera pisado América por primera vez siete años antes de su viaje oficial?
¿Y si algunas de las reliquias más importantes del Templo de Salomón estuvieran hoy en poder del Vaticano?
¿Qué sucedería si descubriéramos que Las Meninas de Velázquez ocultan un oscuro secreto astrológico?
¿O que no fue la Virgen quien se apareció en Fátima?
Estos y otros temas en este libro de Javier Sierra.
¿Qué será de todo esto? Hasta el momento es una teoría más, pero tratándose de Colón podría ser posible, más cuando poco se conoce sobre su vida.
Toda esta riqueza investigadora es la que Sierra pone al servicio del lector en un libro que se lee como la novela más apasionante.
Enigmas, misterios, anacronismos, mensajes ocultos, profecías, técnicas de investigación, viajes y encuentros fortuitos. Un libro apasionante para todos los amantes de lo oculto, de lo que se esconde tras la versión oficial de los hechos. Una sorprendente incursión en el otro lado del espejo de la Historia.


Quizás nos ayude a comprender éste enigma vaticano…?

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