miércoles, 31 de agosto de 2011

Val McDermid una novelista que domina el arte de interesar e impresionar y de hacerse leer…

Val McDermid es una escritora británica nacida  el 4 de junio de 1955, en Kirkcaldy, en la costa este de Escocia, una pequeña población famosa por su producción de linóleo y por haber sido el lugar de nacimiento del economista «Adam Smith». Estudió en el «St. Hilda´s College» de Oxford, siendo la primera estudiante proveniente de una escuela pública escocesa en conseguirlo. Tras licenciarse empezó a trabajar como periodista, teniendo también algún reconocimiento como autora teatral. Sin embargo, el éxito le llegaría en 1987 con su novela de misterio «Report for Murder: The First Lindsay Gordon Mystery». Es precisamente Lindsay Gordon, una periodista lesbiana, tal vez inspirada en la propia McDermid, uno de sus personajes más importantes. Otros caracteres recurrentes son el investigador privado Kate Brannigan y el psicólogo Tony Hill, protagonizando cada uno de ellos una serie de novelas. La serie de este último, co-protagonizada por Carol Jordan, siendo conocida como la serie «Hill & Jordan» ha sido adaptada a la televisión en el Reino Unido bajo el nombre de «Wire in the Blood». McDermid, aparte de su trabajo como novelista policíaca, es una habitual de varios periódicos británicos, así como de «BBC Radio 4» y de «BBC Radio Scotland».
En castellano se han publicado por ahora las siguientes novelas suyas, «Lugar de ejecución», «Asesino de sombras», «Un eco lejano», «Delito en la piel», «El cuerpo tatuado» y «Un territorio oscuro».

Asesino de sombras
El cuerpo de una joven guía turística alemana aparece en un desfiladero del río Tajo, a sólo tres kilómetros de Toledo. El cadáver muestra la saña con que el asesino ha actuado. Dos semanas después, la tranquila y hermosa ciudad se ve sacudida por un nuevo y espantoso crimen: los restos de un estudiante estadounidense aparecen en las inmediaciones de la Iglesia de San Juan de los Reyes.
Particularmente les puedo decir que «Asesino de sombras», es un libro que te engancha, mantiene el interés y la intriga hasta el final, los cambios de escena están bien ligados, y me gusta el estilo. Recomiendo su lectura.

Delito en la piel
El nombre de Jack Farrel inspira odios y recelos, y la leyendas que corren sobre sus actividades delictivas son, de momento, sólo eso, leyendas, pues nadie ha podido aún echarle el guante. Se dice que es un tipo listo y escurridizo que dirige un imperio del crimen con absoluta impunidad; se rumorea que dicta sentencias de muerte durante sus carreras matutinas por el bosque y que toma sus decisiones desde la relajante atmósfera del selecto club deportivo al que va todos los días. También se cuenta que es un hombre frío e implacable y que acostumbra a quitarse la camisa cuando se dispone a matar a alguien a sangre fría, para que lo último que vea su víctima sean los extravagantes tatuajes que cubren su cuerpo. Si el mundo del hampa londinense tuviera un dios, éste seguramente se llamaría Jack Farrel. Sin embargo, hasta los dioses más poderosos se precipitan hacia el abismo cuando el cruel y caprichoso destino lanza dardos envenenados a sus seres queridos. Una madrugada Jack Farrel tuvo que contemplar, con el rostro bañado en lágrimas de impotencia, cómo las llamas devoraban a la persona por quien habría dado su vida: su niña, su Katie, de sólo nueve años; una víctima inocente sacrificada en el altar de la ambición.
Ahora, el único temor del inspector Andy Martin, eterno perseguidor de Farrell, es que la muerte de Katie haga correr ríos de sangre y deje un reguero de cadáveres por las calles de la ciudad. Porque, al fin y al cabo, la venganza es placer de dioses.
Con una prosa sencilla pero impactante, Val McDermid nos sumerge en el crimen y sus secuelas sociales desde una perspectiva realista y estremecedora. Muy recomendable.

 
Un eco lejano
Diciembre de 1978. Alex Gilbey y sus tres mejores amigos regresan borrachos a casa después de una fiesta, mientras sobre ellos se cierne la amenaza de una tormenta de nieve.
De pronto, algo les hace detenerse: el cuerpo de Rosie Duff tendido en el suelo, sobre un charco de sangre. Las señales del cadáver no dejan lugar a dudas para la policía: Rosie ha sido violada y asesinada. Pronto los cuatro jóvenes se convierten en los principales sospechosos, y aunque son absueltos por falta de pruebas, muchos vecinos, amigos y familiares seguirán pensando que ellos han sido los autores del horrendo crimen.
Veinticinco años después la policía local decide reabrir el caso y los cuatro amigos son convocados de nuevo, pero las relaciones y las vidas de todos ellos han cambiado mucho. Alex Gilbey se ha convertido en un crítico literario de éxito y su amigo Tom Mackie es un sacerdote fundamentalista. Los otros dos han muerto: el primero en un misterioso incendio y el segundo durante un robo a domicilio. Pero Alex y Tom están convencidos que no se trata de accidentes: alguien vinculado a Rosie Duff se ha tomado la justicia por su mano y trata de cobrarse su venganza. Así, mientras el responsable del caso, Lawson, avanza en sus investigaciones, ellos dos entablan un duelo psicológico con el desconocido que les pisa los talones para tratar de anticiparse y salvar su vida, en una angustiosa carrera contra el tiempo.

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