miércoles, 3 de agosto de 2011

P.D. James, la Reina del crimen….

La nonagenaria escritora británica P. D. James, cuyo nombre completo es Phyllis Dorothy James, nació el 3 de agosto de 1920, así que hoy cumple 91 años de edad, y la presente nota pretende ser apenas un pequeño homenaje, de quién hizo que amara este genero literario.
Estudió en Cambridge. Trabajó como administradora en la Seguridad Social de 1949 a 1968, y después como funcionaria pública del ministerio del Interior de 1968 a 1979.
Considerada una de las grandes Damas del crimen, P.D. James ha dedicado su carrera literaria, con más de veinte novelas, a la novela policial. Su creación más famosa es la del detective y poeta Adam Dalgliesh, protagonista de varios de sus libros. P.D. James recrea a la perfección los ambientes urbanos y la maquinaria del estado, sobre todo la relacionada con la investigación criminal, ya que estuvo treinta años trabajando para el Servicio Civil Británico.
Y aunque parezca mentira, empezó a escribir relativamente tarde y publicó su primera obra, «Cubridle el rostro», en 1963, en ella aparece por primera vez el policía «Adam Dalgliesh», su personaje más famoso.
Las obras más conocidas de P.D. James pertenecen al género de la novela policíaca, y están protagonizadas como se dijera por el inspector «Adam Dalgliesh»: «Cubridle el rostro», «Un impulso criminal,  o bien Sanatorio para adultos», «Muertes poco naturales», «Mortaja para un ruiseñor », «Muerte de un forense » e «Intrigas y deseos».
La popularidad de la autora, así como la de su detective, crecieron con la adaptación de varias de sus obras en una famosa serie de televisión y con otros títulos como «La torre negra», «Sangre inocente» o «Sabor a muerte».
También creó el personaje de «Cordelia Gray», investigadora privada que aparece en las novelas: «No apto para mujeres» y «La calavera bajo la piel».
Su obra «Hijos de hombres» (Children Of Men, 1992), la primera de sus obras que no pertenece al género detectivesco, es una novela futurista ambientada en un mundo carente de niños , no fue tan bien recibida como sus anteriores títulos pero tuvo en 2006 tuvo una elogiada adaptación cinematográfica de titulo homónimo: Children of Men, con dos nominaciones al premio oscar, a cargo del realizador mexicano Alfonso Cuarón.
En 1994 volvió al género con «El pecado original, otro misterio para el inspector «Adam Dalgliesh».
En 1999 salió a la luz su libro de memorias «La hora de la verdad: un año de mi vida». Recientemente ha publicado «El faro», 2005 y «Muerte en la clínica privada», 2008.

La lista completa de sus obras
Cubridle el rostro (Cover Her Face, 1962)
Un impulso criminal,  o bien Sanatorio para adultos (A Mind to Morder, 1963)
Muertes poco naturales (Unnatural Causes, 1967)
Mortaja para un ruiseñor (Shroud for a Nightingale, 1971)
La octava víctima (The Maul and the pear tree, 1971)
No apto para mujeres (An Unsuitable Job for a Woman, 1972)
La torre negra (The Black Tower, 1975)
Muerte de un forense (Death of an Expert Witness, 1977)
Sangre inocente (Innocent Blood, 1980)
La calavera bajo la piel (The Skull Beneath the Skin, 1982)
Sabor a muerte (A Taste for Death, 1986)
Intrigas y deseos (Devices and Desires, 1989)
Hijos de hombres (The Children of Men, 1992)
El pecado original (Original Sin, 1994)
Una cierta justicia  (A Certain Justice, 1997)
Muerte en el seminario (Death in Holy Orders, 2001)
La sala del crimen (The Murder Room, 2003)
El faro (The Lighthouse, 2005)
Muerte en la clínica privada (The Private Patient, 2008)

Un impulso criminal
Acabo de re-leer «Un impulso criminal» (A Mind to Murder), novela policíaca que publicó en 1963. La acción transcurre en una clínica psiquiátrica de Londres y se inicia cuando la señora Bolam, oficial administrativa de la misma, es asesinada. El director del centro psiquiátrico llama a la policía y ordena que no se permita salir a nadie, pues lo más seguro es que el asesino se encuentre aún dentro del inmueble.
El detective encargado del caso es nuevamente Adam Dalgliesh, personaje que aparecerá en muchas otras novelas de P. D. James.
Me gustó porque es una novela policíaca clásica, es decir, todo ocurre en un espacio cerrado y los sospechosos son todos los que laboran en la clínica.
 


Muertes poco naturales
Es la tercera novela de la escritora inglesa P. D. James. En esta obra publicada en el año 1967, la escritora británica hace una vez más gala de su capacidad para construir tensiones y pasiones humanas.
Adam Dalgliesh buscaba tranquilidad en la costa de Suffolk, donde siempre pasaba sus vacaciones. Su tía, la única familiar que tenía con vida, lo esperaba como todos los años. Sólo que esta vez recibieron la visita de un grupo de escritores amigos de ella, residentes de Suffolk, pidiéndole ayuda. Al parecer, Maurice Seton, un escritor de novelas policiales de mala fama, había desaparecido hacía unos días, y nadie había vuelto a saber nada de él.
La inesperada noticia la recibe Dalgliesh cuando aparece el cadáver de Maurice Seton, sobre un bote que flota a la deriva en el mar. Y eso no es lo peor: alguien amputó sus manos. ¿Cuál es el misterio que se esconde tras esa horrible mutilación? ¿Quién es el asesino? A estas preguntas deberá hallar respuesta el comisario del New Scotland Yard, quien se ofrece como investigador voluntario del caso.
Pero un hecho más complica el caso: el escritor no fue asesinado, sino que sufrió un ataque cardíaco: muerte natural.
 
El pecado original
Transcurre en el ámbito de una editorial de larga data, ubicada en un palacete estilo veneciano sobre el río Támesis. La editorial Peverell, fundada en 1792, atraviesa momentos decisivos. Henry Peverell, su presidente, acaba de morir; su socio francés, Jean Philippe Etienne, se ha jubilado, y el inescrupuloso hijo de éste, Gerard, ha asumido la presidencia y la gerencia general de la casa editora.
Gerard Etienne se ha ganado enemigos: una amante despechada, un autor rechazado y humillado, y los sufridos colegas de Peverell. Cuando lo encuentran muerto en las instalaciones de la editorial, con el cuerpo extrañamente profanado, no faltan sospechosos.
El detective Adam Dalgliesh, que además es un poeta conocido.  se hace cargo de investigar el caso. Para ello, se introducirá en un mundo de escritores narcisistas, turbias estrategias financieras y romances escandalosos.

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